Con el Lazarillo de Tormes se inaugura un tipo de novela que topa de frente con el idealismo imperante: la novela picaresca.
Durante los ss. XV y XVI asistimos a la expansión de un tipo de novelo donde, tanto sus personajes, como sus tramas o los lugares en los que transcurren , aparecen idealizadas, producto de esa intención renacentista de una búsqueda constante de la belleza. En el mundo y sobre todo en la mentalidad renacentista no hay hueco para la fealdad, la pobreza o la miseria. ¿Qué ocurre pues?¿cómo surge este tipo de novela realista?
Para poder comprender este cambio hemos de acudir a factores históricos, económicos y sociales:
En 1492, con el descubrimiento de América, España pasa a ser uno de los Estados más importantes de su momento. Los dominios españoles se extienden a lo largo y ancho del mundo y los demás Estados europeos comienzan a desarrollarse, alejándose ya de las estructuras medievales y encaminándose hacia la modernidad.
España, gracias, a sus territorios, su posición geográfica y otros aspectos mantiene contacto con otros países y culturas lo que permitirá el desarrollo de un comercio sólido que favorecerá el asentamiento de una nueva clase social incipiente: la burguesía. La ciudad, ofrece nuevas posibilidades y una alternativa al campo.
El poder se concentra en la figura del rey, que fortalece su posición frente a la nobleza. Solo la alta nobleza podrá mantener su nivel de vida; progresivamente, la baja nobleza y la hidalguía irán viendo como sus posibilidades y sus recursos menguan. Además, la obligación de mantener dicho modelo de Estado colonial obliga al mantenimiento de un ejército que profesionaliza.
Aumentan los impuestos sobre el campesinado: la responsabilidad de dotar de recursos y materia prima a mantener a los ejércitos, las colonias y la búsqueda de nuevos territorios recae sobre el pueblo que además no obtiene beneficios de ello. Esto provocará un progresivo pero constante éxodo a las ciudades que se ven incapacitadas para absorver esa nueva población que llega. Se produce pues, un aumento considerable de la mendicidad, la pobreza y los bajos fondos. Niños, jóvenes y no tan jóvenes deberán buscar la forma de sobrevivir y aquí es donde surge uno de los personajes más característicos de la idiosincrasia española: el pícaro.
Esta realidad choca de frente con ese mundo idealizado de damas y caballeros de la narrativa idealista y será el caldo de cultivo para el surgimiento de un nuevo modelo: el realismo.
La novela picaresca se caracteriza por:
- Verosimilitud: la historia debe ser creíble, veraz. Lo importante es que lo narrado se asemeje a la realidad lo máximo posible, sin evitar ninún aspecto por desagradable que resulte. Esto se consigue a través del uso de una topografía real, el decoro lingüístico y el uso de un narrador en primera persona.
- Autobiografismo: la vida del pícaro es narrada por él mismo desde la edad adulta y remontándose a su nacimiento ("ad ovo").
- Forma epistolar: la narración es presentada en forma de carta a un narratario a petición suya.
- Itinerario vital: el argumento base de la novela picaresca es el itinerario; este recorrido y sus vivencias son las que van conformando el carácter del pícaro.
- Intención crítica: en la novela picaresca aparece representada la sociedad de los s.s XVI y XVII como una forma de denuncia, que debido al espíritu humanista y erasmista, se centrará en ciertos sectores eclesiásticos.
- El protagonista es un antihéroe. Marcado por el determinismo de sus orígenes, el pícaro encarna todos los vicios y defectos frente al héroe idealizado.
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